El Ayuntamiento de Badajoz ha decidido no derribar el quiosco de la calle Regino de Miguel, conocido como La Pajarera, a pesar de haberlo anunciado a principios de este año. Las quejas de los vecinos llevaron al consistorio a cambiar de idea.
La Pajarera no será un espacio público. Aunque inicialmente el gobierno local planeaba demolerlo cuando quedara vacío, ahora ha decidido renovarlo y acondicionarlo para un uso municipal, aunque aún no está claro cuál será. Podría servir como almacén para las cuadrillas de Parques y Jardines, pero todavía no es seguro. Está descartado su uso como bar, ya que no cumple con la normativa actual.
La concejala de Patrimonio, Ana Casacas, ha confirmado que el Ayuntamiento ha recibido solicitudes de asociaciones y colectivos que querían utilizar este espacio como sede, pero esta opción también ha sido descartada. El plan es mantener La Pajarera en pie para algún servicio municipal.
La financiación para recuperar este quiosco está incluida en el presupuesto municipal de 2024, recientemente aprobado y que entrará en vigor en los próximos días, tras su publicación en el Boletín Oficial de la Provincia.
La fuente de Baco no será trasladada.
El proyecto también incluye la rehabilitación de la fuente de Baco, obra del escultor José Luis Martínez Giraldo, que lleva años sin funcionar. El objetivo es restaurarla sin necesidad de moverla de su ubicación actual.
La Pajarera funcionó como bar hasta mayo de 2015. Desde entonces, ha estado abandonada. A finales de marzo, una pareja entró por la ventana y la convirtió en su vivienda. Después de algunas semanas, se marcharon tras recibir una orden de desalojo. Dentro quedaron una mesa con dos sillas, un colchón, utensilios de cocina e incluso ropa.
Desde que La Pajarera dejó de ser un bar, los vecinos han estado pidiendo que se recupere o se derribe para crear aparcamientos, que son muy necesarios en la zona.