El Nenufar invade el Guadiana en Badajoz

El nenufar invade el río Guadiana en Badajoz

Supone el 57% del total de esta planta invasora en los 744 kilómetros que recorre el Guadiana, lo que hace de la capital pacense la ciudad más perjudicada

En BADAJOZ. La anchura del Guadiana a su paso por Badajoz alcanza hasta 400 metros, pero este verano apenas se ve una pequeña parte, una franja central que parece un río menor en medio de grandes campos verdes. Es el nenúfar mexicano, que ya ocupa 86 hectáreas del río en el tramo urbano. El dato es de la Confederación Hidrográfica del Guadiana, que realiza mediciones periódicas mediante teledetección e imágenes de satélite. En abril del año pasado los cálculos mostraban que el nenúfar cubría 77 hectáreas y eso ya suponía un tercio de la superficie. La cifra de 2024 es peor y rompe con una tendencia porque esta planta invasora parecía estabilizada.

De unas 2,5 hectáreas a 75,5. El incremento en el área de ocupación ha sido menor en los últimos años, indica la Confederación.

El nenúfar mexicano se detectó por primera vez en el Guadiana en 2009. De 2010 a 2020 creció a un ritmo de siete hectáreas más cada año, y en los últimos cuatro años este ritmo ha bajado a 2,7 hectáreas más cada año.

¿Por qué hay más en Badajoz? La imagen del río lleno de nenúfar provoca mucha indignación entre los pacenses y también incomprensión porque esta planta invasora se ha cebado con el tramo pacense del río. Una queja habitual es que esta situación no se da en Mérida.

La primera razón de que el nenúfar afecte a Badajoz y no a Mérida es la localización. En nenúfar mexicano se detectó por primera vez en el Guadiana en 2009 y el primer brote se encontró en el arroyo Cabrera. Desde entonces esta planta invasora se ha ido extendiendo aguas abajo y actualmente afecta a 35 de los 744 kilómetros del río, entre ese arroyo y la frontera portuguesa. En ese tramo está Badajoz, pero no la capital autonómica que está aguas arriba. Además, de las 150 hectáreas que hay de nenúfar invasor, 86 están en el tramo urbano del Guadiana, es decir, más de la mitad se concentra en Badajoz, en concreto, un 57%.

La causa es científica. En Mérida hay un azud, pero el río no queda muy embalsado, tiene corriente. Badajoz está entre dos azudes. Eso provoca que los lodos que trae la corriente al tramo pacense del Guadiana se acumulen en la ciudad. El fondo del río en Badajoz cuenta con una enorme cantidad de lodos y además son ricos en nutrientes porque el agua llega de explotaciones agrícolas. La consecuencia es que Badajoz tiene un hábitat idóneo para el crecimiento del nenúfar. Esta planta no puede crecer en zonas del río con más de tres metros de profundidad, pero el Guadiana en Badajoz no es muy profundo porque tiene el fondo lleno de lodos. Además, estos lodos son muy nutritivos para la planta y no hay una corriente fuerte que se la lleve. La conclusión es que esta planta invasora ha encontrado un jardín idóneo en esta ciudad y la lucha para eliminarla será muy complicada.

¿Cuándo se eliminará?

Tras muchas pruebas y estudios se ha determinado que el único método efectivo para eliminar esta especie invasora es el vaciado parcial del río. Eso supondría limpiar el fondo de lodos para que el nenúfar deje de contar con este hábitat idóneo para él. Se trata de una obra compleja a nivel medioambiental y costosa, se calcula que supondrá 11,8 millones.

Actualmente el trámite clave para sacar adelante este proyecto es que cuente con una declaración de impacto ambiental (DIA). Está en manos del Ministerio de Transición Ecológica, que en mayo anunció que no hay alegaciones a esta iniciativa. La CHG también ha enviado la documentación necesaria y está redactando una serie de aclaraciones solicitadas por Madrid. Esperan que la resolución positiva llegue en unos meses. Quedaría, sin embargo, encontrar fondos para financiarlo.

Paralelamente al vaciado parcial se están llevando a cabo una serie de obras que ayudarían en la lucha contra las especies invasoras. En concreto, se han creado unas compuertas en el azud de La Pesquera y se van a hacer otras en La Granadilla. Esto permitirá mejorar la continuidad fluvial del río en Badajoz puesto que se puedan abrir para aumentar la corriente y evitar que los lodos se acumulen. La obra en La Pesquera, con un coste de 2,5 millones, está muy avanzada y se espera que termine en diciembre. Actualmente se está construyendo una rampa de flujo ascendente para los peces. En cuanto a La Granadilla (6,5 millones), sigue salvando trámites administrativos y ya se licitado las obras.

El camalote, controlado pero no erradicado

150 hectáreas de nenúfar mexicano en todo el río Guadiana, por lo que en el tramo urbano de Badajoz ostenta el 57% de la especie invasora. Esto se debe a que la ciudad tiene dos azudes que provocan que se acumulen los sedimentos.

El nenúfar mexicano es una planta invasora, pero no la peor que ha pasado por el Guadiana. Los expertos tienen claro que el camalote es más perjudicial. Como esta planta flota (las raíces del nenúfar llegan al fondo) la campaña de recogida funcionó y quedó controlada en 2020. Sin embargo, no erradicada por completo. Por esa razón la CHG lleva a cabo un retira constante de rebrotes de semillas. El verano es la época más peligrosa porque hay mucha actividad germinativa, por lo que se está vigilando y retirando todos los rebrotes, indican desde Confederación.

 

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