El Casco Antiguo y Patrimonio de Badajoz
El Casco Antiguo de Badajoz es un espacio de gran riqueza histórica y cultural, ubicado en el Cerro de la Muela, junto al río Guadiana. Este área, delimitada por las antiguas murallas abaluartadas, alberga algunos de los monumentos más importantes de la ciudad, testigos de la evolución histórica de Badajoz. Desde su infancia en el barrio de Santa Marina, Francisco Cerezo, actual gerente del Consorcio del Casco Antiguo, ha sido testigo de los cambios en esta zona, que en los años 80 era percibida como insegura debido al deterioro social y urbano. A continuación, se presenta un recorrido por algunos de los principales monumentos y espacios de este emblemático barrio.
Monumentos destacados del Casco Antiguo
Alcazaba de Badajoz
Construida en el siglo IX por Ibn Marwan, la Alcazaba es una de las mayores fortalezas musulmanas de Europa. Dentro de sus murallas, destaca la Torre de Espantaperros, una estructura octogonal de vigilancia del siglo XII. Actualmente, alberga el Museo Arqueológico Provincial, con una colección de más de 20.000 piezas de arte histórico.
Plaza Alta
La Plaza Alta, con sus característicos arcos geométricos en rojo y blanco, ha sido un punto de encuentro y comercio desde el siglo XVII. Representa el corazón social del casco antiguo y es uno de los sitios más pintorescos de la ciudad.
Catedral Metropolitana de San Juan Bautista
Construida entre los siglos XIII y XVI, la Catedral de San Juan Bautista es una estructura imponente con una mezcla de estilos gótico y renacentista. Su torre campanario y su robusta fachada recuerdan a una fortaleza, y su interior alberga importantes piezas de arte sacro.
Puente de Palmas
El Puente de Palmas, construido en el siglo XVI, une el casco antiguo con otras zonas de la ciudad. Ha sido destruido y reconstruido varias veces, debido a conflictos bélicos y desastres naturales, y hoy es una vía peatonal con vistas al río Guadiana.
Puerta de Palmas
Esta monumental puerta de entrada, construida en 1551, tiene dos torres cilíndricas que flanquean un arco decorado con el escudo imperial de Carlos V. Originalmente formaba parte de las murallas y servía como acceso principal desde Portugal.
Iglesia de San Andrés
La Iglesia de San Andrés, de estilo renacentista, se construyó en el siglo XVI. Su fachada destaca por su sobriedad, y en su interior se encuentran retablos barrocos de gran valor artístico.
Iglesia de Santo Domingo
Fundada en el siglo XVI como parte de un convento dominico, esta iglesia combina estilos gótico y renacentista. Destacan su portada plateresca y su claustro de dos pisos, así como las importantes obras de arte sacro que alberga.
Ermita de la Soledad
Esta ermita, dedicada a Nuestra Señora de la Soledad, fue construida en 1664. Es un ejemplo destacado del barroco extremeño y se considera un lugar de devoción fundamental en las festividades locales.
Museo de Bellas Artes de Badajoz
Inaugurado en 1920, este museo alberga una extensa colección de arte que abarca desde el siglo XVI hasta la actualidad. Sus fondos incluyen obras de artistas extremeños y nacionales, destacando pinturas, esculturas y artes decorativas. El museo se ubica en dos edificios históricos del Casco Antiguo, que han sido adaptados para su función museística.
Museo Extremeño e Iberoamericano de Arte Contemporáneo (MEIAC)
Este museo, inaugurado en 1995, se dedica a la promoción y difusión del arte contemporáneo de Extremadura, España, Portugal y América Latina. Su edificio, de planta circular, se erige sobre los restos de la antigua prisión de Badajoz, integrando elementos históricos y modernos.
Teatro López de Ayala
Inaugurado en 1886, el Teatro López de Ayala es un referente cultural de Badajoz. Su arquitectura de estilo neoclásico alberga una sala principal con capacidad para más de 800 espectadores y es un espacio activo en la vida cultural de la ciudad.
Revitalización del Casco Antiguo
La reciente creación del Consorcio del Casco Antiguo refleja el compromiso de la administración por revitalizar esta área histórica de Badajoz. Francisco Cerezo, el nuevo gerente del consorcio, tiene el objetivo de realizar un diagnóstico integral de la situación del casco antiguo, colaborando con los residentes para priorizar las necesidades y preservar el patrimonio cultural. Desde su oficina en las Casas Mudéjares, se propone no solo recuperar edificios, sino también mejorar la calidad de vida en la zona. Según Cerezo, el casco antiguo de Badajoz tiene el potencial de convertirse en un motor para la evolución de la ciudad y una fuente de bienestar para sus habitantes.