Día de Badajoz

Día de Badajoz: historia, tradición e identidad

El Día de Badajoz es una celebración que refuerza la identidad de la ciudad y su papel histórico como enclave estratégico en la península ibérica. A lo largo de los siglos, Badajoz ha sido escenario de importantes acontecimientos políticos, militares y diplomáticos que han marcado su desarrollo.

Badajoz: un punto clave en la historia de España y Portugal

Badajoz ha sido, desde sus orígenes, un enclave estratégico en la península ibérica. Su ubicación privilegiada, a medio camino entre Madrid y Lisboa, la convirtió en un punto de paso obligado para monarcas, ejércitos y diplomáticos. Su papel como plaza fuerte fronteriza hizo que fuera escenario de conflictos, alianzas y decisiones políticas que marcaron la historia de España y Portugal.

Los orígenes musulmanes y la fundación de Badajoz

La historia de Badajoz se remonta a la época musulmana, cuando en el siglo IX fue fundada por Ibn Marwan, un influyente líder militar y político. Este caudillo rebelde, enfrentado tanto a Córdoba como a otras ciudades islámicas, estableció en Badajoz un bastión independiente. La ciudad creció rápidamente y se convirtió en un importante centro cultural y militar del Al-Ándalus. Durante los siglos siguientes, Badajoz fue gobernada por diferentes dinastías musulmanas, consolidándose como una de las urbes más relevantes de la región.

La conquista cristiana y el Reino de León

En 1230, Alfonso IX de León conquistó Badajoz, incorporándola al territorio cristiano. La ciudad pasó a formar parte del Reino de León y posteriormente de la Corona de Castilla. Su importancia estratégica se mantuvo, convirtiéndose en un punto clave en las relaciones con Portugal.

La relevancia de Badajoz en la política de la época quedó reflejada en los privilegios y títulos que le fueron concedidos. En el siglo XIII, Alfonso X el Sabio le otorgó el título de «Muy Noble y Muy Leal», en reconocimiento a su valor y fidelidad a la Corona. Este honor reafirmó su papel como un bastión fronterizo de vital importancia.

Defensa frente a Portugal y consolidación como enclave estratégico

La cercanía de Badajoz con Portugal la convirtió en un punto clave en la defensa de los territorios cristianos. A lo largo de los siglos, la ciudad fue escenario de numerosos conflictos con el reino vecino. María de Molina, regente de Castilla a finales del siglo XIII y principios del XIV, jugó un papel crucial en la defensa de Badajoz. Su habilidad política evitó que la ciudad cayera en manos portuguesas en varias ocasiones, asegurando su permanencia dentro de Castilla.

Desde la época medieval hasta la Edad Moderna, Badajoz fue testigo de tratados, disputas y alianzas entre España y Portugal. Reyes de ambos países pasaron por la ciudad en su camino hacia negociaciones diplomáticas o campañas militares.

En definitiva, Badajoz no solo ha sido un punto clave en la frontera hispano-portuguesa, sino también un símbolo de resistencia y de unión entre dos naciones con una historia entrelazada. Su papel como centro estratégico se ha mantenido a lo largo de los siglos, consolidando su identidad como una ciudad con un legado histórico único.

Acontecimientos históricos en Badajoz

Badajoz ha sido testigo de eventos clave en la historia de España y Portugal, como:

  • Tratado de Badajoz (1267): firmado entre Castilla y Portugal, sentando las bases de futuras relaciones fronterizas.

El Tratado de Badajoz de 1267 fue un acuerdo firmado entre Alfonso X de Castilla y el rey Alfonso III de Portugal para delimitar las fronteras entre ambos reinos. En él, Portugal renunció definitivamente a sus aspiraciones sobre el Reino de Murcia y reconoció el dominio castellano sobre varias plazas estratégicas. A cambio, Castilla cedió al reino portugués el control de ciertas localidades fronterizas, consolidando así las líneas territoriales que, con algunas modificaciones, se mantendrían hasta la actualidad.

Este tratado fue clave para la estabilidad en la península ibérica, ya que sentó las bases de una relación más estructurada entre los dos reinos. Aunque los conflictos entre Castilla y Portugal continuaron en los siglos siguientes, este acuerdo marcó un primer paso en la delimitación de las fronteras hispano-lusas.

  • Guerra de Restauración Portuguesa (siglo XVII): Badajoz jugó un papel crucial en los enfrentamientos entre España y Portugal.

En 1640, Portugal declaró su independencia de la Monarquía Hispánica, iniciando la Guerra de Restauración Portuguesa, un conflicto que duró casi tres décadas. Badajoz, como ciudad fronteriza, desempeñó un papel clave en las hostilidades, sirviendo como base militar y punto de resistencia en la defensa de los territorios españoles.

Durante la guerra, Badajoz sufrió varios ataques y asedios por parte del ejército portugués. En 1658, la ciudad fue sitiada por las tropas portuguesas comandadas por el Marqués de Marialva, pero la resistencia de las fuerzas españolas impidió su caída. Sin embargo, los enfrentamientos y la presión militar afectaron gravemente a la población y a la infraestructura de la ciudad.

El conflicto finalizó en 1668 con el Tratado de Lisboa, mediante el cual España reconoció la independencia de Portugal. Aunque Badajoz quedó bajo dominio español, la guerra reafirmó su importancia como plaza fuerte en la defensa de la frontera.

  • Tratado de Badajoz (1801): puso fin a la Guerra de las Naranjas y permitió a España recuperar Olivenza.

La Guerra de las Naranjas (1801) fue un breve conflicto entre España y Portugal, en el que Francia, aliada de España, presionó para que el país luso rompiera su relación con Gran Bretaña. Ante la negativa de Portugal, el ejército español, dirigido por Manuel Godoy, invadió parte del territorio portugués, conquistando la ciudad de Olivenza.

El conflicto concluyó con la firma del Tratado de Badajoz el 6 de junio de 1801. En este acuerdo, Portugal se comprometió a cerrar sus puertos a los barcos británicos y a ceder Olivenza a España. Aunque el tratado puso fin a la guerra, la pérdida de Olivenza generó un conflicto diplomático que aún perdura, ya que Portugal nunca reconoció oficialmente la soberanía española sobre la ciudad.

El Tratado de Badajoz de 1801 consolidó la presencia española en la región y reafirmó el papel de Badajoz como un punto clave en las negociaciones entre ambos países.

  • Tratado de Tordesillas (1524): redefinido en la ciudad, estableció los límites coloniales entre España y Portugal en América.

El Tratado de Tordesillas, firmado en 1494, estableció la división de las tierras descubiertas en América entre España y Portugal. Sin embargo, a medida que las exploraciones avanzaban, surgieron disputas sobre la delimitación exacta de los territorios en el continente americano y en Asia.

En 1524, representantes de ambos reinos se reunieron en Badajoz para revisar los términos del tratado original y definir con mayor precisión los límites de sus posesiones. Este encuentro, conocido como la Junta de Badajoz-Elvas, reunió a cartógrafos, navegantes y diplomáticos de ambas coronas para analizar mapas y definir las fronteras de los nuevos territorios coloniales.

A pesar de los esfuerzos, las diferencias entre España y Portugal no se resolvieron completamente, y las disputas continuaron en las décadas siguientes. No obstante, la reunión en Badajoz reafirmó el compromiso de ambas potencias en la expansión ultramarina y la delimitación de sus respectivos dominios.

La celebración del Día de Badajoz

El Día de Badajoz es una festividad que refuerza la identidad de la ciudad y su vínculo con su historia. A lo largo de los siglos, Badajoz ha sido testigo de acontecimientos cruciales en la relación entre España y Portugal, además de haber sido un enclave estratégico en numerosos conflictos y acuerdos diplomáticos. Esta conmemoración busca poner en valor el pasado de la ciudad y destacar su importancia en la historia peninsular.

Orígenes de la celebración

En tiempos pasados, la exaltación de Badajoz como ciudad leal y estratégica se realizaba con grandes festejos, desfiles y ceremonias solemnes. Desde la Edad Media, se llevaban a cabo eventos que resaltaban el compromiso de la ciudad con la Corona y su papel en la defensa del reino.

Uno de los actos más representativos de esta tradición era la ceremonia de alzar el pendón real. En este evento, el alcalde, acompañado por el Ayuntamiento en pleno, junto con maceros, militares, autoridades religiosas y miembros de los gremios y hermandades, recorría las calles de la ciudad a caballo hasta la Plaza Alta. Desde un estrado engalanado, el regidor alzaba el gran estandarte carmesí mientras el alguacil mayor proclamaba:

  • «¡Badajoz por el rey!»
  • La multitud respondía: «¡Badajoz por el rey!»

Este acto simbolizaba la lealtad de la ciudad y su importancia dentro del reino. La jornada culminaba con celebraciones populares, luminarias en la catedral y la Casa Consistorial, y diversas actividades festivas que llenaban las calles de alegría y orgullo local.

La recuperación del Día de Badajoz en la actualidad

Tras un largo periodo sin celebrarse, el Ayuntamiento de Badajoz decidió recuperar esta festividad como un reconocimiento a la historia y el legado de la ciudad. En la actualidad, el Día de Badajoz se conmemora con diversos actos institucionales y culturales que buscan acercar a los ciudadanos a su pasado.

Las celebraciones incluyen:

  • Recreaciones históricas que reviven momentos clave de la ciudad.
  • Conferencias y exposiciones sobre el papel de Badajoz en la historia de España y Portugal.
  • Eventos culturales y espectáculos en plazas y calles emblemáticas.
  • Actos solemnes en edificios históricos, recordando la importancia de la ciudad en el pasado.

El objetivo de esta celebración es reforzar la identidad de Badajoz y mantener viva la memoria de su historia. Hoy, la ciudad sigue siendo un símbolo de la relación entre España y Portugal, una tierra de frontera con un legado cultural y estratégico de enorme valor.

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